Los maniquíes forman parte de la identidad de marca de tu tienda. Igual que la fachada, el espacio interior, el mobiliario, la iluminación y el producto, los maniquíes también hablan sobre lo que queremos comunicar en el punto de venta.

Los maniquíes son una herramienta casi imprescindible a la hora de mostrar el producto en las tiendas de moda. La identificación con el modelo (busto/maniquí) que lleva la ropa de la tienda es unos de los primeros pasos que el cliente necesita para sentirse reconocido con la marca.

La elección de los maniquíes es muy importante ya que una mala elección puede influir de manera negativa en las ventas. Hay que ser conscientes de que los maniquíes son una inversión para el negocio, por ello no se debe tomar esta decisión a la ligera y comprar cualquier maniquí.

Vamos a ver varios aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un maniquí:

  • El target de nuestro cliente.
  • El producto a vender.
  • El estilo y look.
  • El fitting.
  • La ubicación.

Lo primero que se debería hacer a la hora de elegir un maniquí es preguntarse quiénes somos, cuáles son nuestros valores de marca y que es lo que queremos comunicar en nuestro negocio. Las respuestas a estas preguntas son fundamentales porque según esto, el comercio irá enfocado a un tipo de público con un producto determinado.

EL TARGET: Se debe definir y conocer el target al que va dirigido nuestro producto. El sexo, la edad, el nivel socioeconómico y las condiciones geográficas.

EL ESTILO Y LOOK: El siguiente paso es definir el estilo de la tienda; clásica, elegante, joven, hippie, rockera, etc. Tanto el estilo como el ambiente que se respire en el comercio deben ir de la mano igual que el estilo y look de nuestro maniquí.

EL PRODUCTO: Según el target de nuestro comercio venderemos una  tipología de producto u otra. Esto nos va a definir el tipo de maniquí que necesitamos por las tallas y el estilo.

EL FITTING: Este es un aspecto importante a tener en cuenta y que siempre deberíamos preguntar a nuestros proveedores. Igual que las tallas varían de una marca a otra, también varían en los maniquíes y esto va a influir a la hora de vestirlos y que la ropa les siente tan bien como nosotros deseamos. También se debe valorar el sistema de base y sujeción de los maniquíes, si llevarán o no calzado.

Otro aspecto a considerar en la vestibilidad es el movimiento y posturas de nuestro maniquí. La ropa queda muy distinta tanto si usamos  maniquíes estáticos como maniquíes en movimiento.

UBICACIÓN: Por último, vamos a hablar de la ubicación de nuestro maniquí. Debemos saber cuál va a ser su ubicación o posibles ubicaciones dentro del espacio comercial. Si el maniquí es para un escaparate debemos conocer las dimensiones del escaparate para que nuestro maniquí tenga unas proporciones adecuadas al espacio. Si lo vamos a ubicar en el interior debemos de conocer cuál va a ser su función, si se colocará sobre una mesa, complementando un layout, si se colocará en la entrada como presentación, etc.

  • Tipologías de maniquíes:

Cuando ya tienes todos estos aspectos definidos es importante conocer las tipologías de maniquíes existentes en el mercado para ver cual se adapta mejor a nuestras necesidades:

Los puedes encontrar fijos o articulados: Los articulados dan más juego a la hora de crear poses y movimiento en las composiciones.

-Maniquíe neutro, con cabeza y sin cabeza: Este maniquíe es ideal para destacar y acentuar el producto. Con cabeza es perfecto para exponer todo tipo de accesorios como sombreros, gorros, gafas, etc. Además al tener cabeza se puede personalizar con pelucas y accesorios varios.

-Maniquíe realista: Es una tipología de maniquíe con rasgos y características iguales a los seres humanos. Incluso los hay hiper realistas.

-Maniquíe abstracto:

 

 

 

HANSBOODT MANIQUINS

HANSBOODT maniquíes

Via web HANSBOODT maniquíes

Imágenes de la web HANSBOODT  http://www.hansboodt-maniquies.es

Si tienes una tienda y necesitas ayuda para elegir tus nuevos maniquíes o crear tu escaparate no dudes en contactarme, estaré encantada de conocerte y poder ayudarte.

¡Gracias por leerme!